Quintanar de la Sierra en la red.       (E. Rioja Chicote)
esteban.rioja@caramail.com 
Direcciones de webs favoritas de Esteban Rioja
               Elena, he leído en tu libro de visitas que más de un navegante de la red de
redes, se ha dado de narices con Quintanar de la Sierra, a través de tu 
deliciosa página web. (Opino que es una preciosa forma de hacerlo). También
aparece su nombre entrando en los buscadores, con temas turísticos.
               Yo te conté que la 1ª vez que escribí su nombre en mi buscador preferido
www.alltheweb.com  lo que me encontré fue una publicaciones científicas
curiosas. Su autora : Cristina Peñalva, una simpática vasca, licenciada en
Biología por Salamanca, y que en el año 89 presentó su tesis doctoral, realizada
con ayudas del gobierno Vasco, en la universidad francesa de Marsella. Después
de formarse también en le Canadá francófono, pasó a formar parte de la plantilla
de investigadores de la universidad autónoma de México, y hoy trabaja en la
ciudad de Hermosillo, en el desierto de Sonora, frente al golfo de California.
               A petición mía, tuvo la amabilidad de enviarme copia de alguna de sus
publicaciones en las revistas científicas de su especialidad, sobre temas
medioambientales, y en particular de edafología fósil, donde el nombre de
nuestro pueblo figura en primera plana. Pues Quintanar de la Sierra ha resultado
ser para algunos de esos especialistas, como la capilla Sixtina del último
periodo de la era Cuaternaria.
               Las conclusiones de su estudio han permitido saber un poco más sobre los
cambios climáticos y de la flora en la Europa atlántica, en los últimos 20.000
años.
               Su método de estudio consiste en analizar muestras de suelo sedimentado de
zonas pantanosas, y medir la proporción de las diferentes especies vegetales
presentes, a través de la cantidad de polen fósil existente de cada una de
ellas, en dichas muestras y su variación a lo largo de todo el periodo
estudiado.
               La principal muestra sobre la que trabajó Cristina, fue extraída mediante
sondeo, de 8 m de profundidad, en el centro de la laguna de Peñas-Albas, que se
sitúa en la falda sur de la Campiña, debajo del cantil del Empedrado, a la iq.
de la carretera que sube por Campolacima,  hacia el km 5 aprox. (Es muy posible
que haya personas en el pueblo que recuerden dichos trabajos de sondeo, cuya
fecha desconozco pero en todo caso anterior al año 89).
               Cuando, a la vista del plano de situación que había en una de sus
publicaciones, pude informarle del nombre del lugar, tan parecido a su apellido,
me contestó con una carta muy sentida.
               Las muestras extraídas en dicha perforación, fueron la base para proceder a la
extracción de muestras de laboratorio (una cada 10 cm de profundidad y por tanto
en nº de una 80) y de cada una de ellas, la doctoranda, hizo su trabajo propio
de conteo y mandó realizar la datación mediante el método del carbono 14, a un
laboratorio especializado. Evidentemente, las muestras de más edad son las
extraídas a más profundidad.
               En las publicaciones de sus trabajos, se ven unos gráficos que sintetizan muy
bien lo encontrado. Para cada tipo de especie vegetal presente, hay una línea
que indica el % de polen encontrado respecto del total y su evolución a lo lago
de los últimos 20.000 años. Dicho % indicará la mayor o menor presencia de dicha
especie en cada momento, frente a las demás.
               El predominio del polen de tipo hérbaceo (En especial Salix (salegar) de tipo
alpino) y la escasez, o incluso carencia del de tipo arbóreo, indica periodos de
mucho frío y sequía. Por el contrario, la predominancia de los de tipo arbóreo,
anuncian el buen clima de tipo actual. Pues bien, en su estudio se descubre que
hace unos 10 milenios, en el momento coincidente con el final del último periodo
glaciar del planeta, se dio durante unos 500 años, la práctica desaparición de
las masas arbóreas por causa de las bajas temperatura y humedad reinantes en ese
tiempo. Las especies autóctonas de juniperus (sabinares, brezos, etc) de pinus
sylvestris) y en las zonas de menor altitud de robledal (Quercus),
desaparecieron.
               Pasado ese periodo de intenso frío y falta de humedad, la vuelta a condiciones
más favorables a la existencia del bosque se realizó en muy breve plazo y
primero el sabinar, y algún milenio después, el pinar, volvió por sus fueros,
recreándose el ecosistema actual. Un dato sorprendente que da el estudio, es que
el hayedo, por desgracia tan escaso en la actualidad, solo empezó a aparecer hace
unos 3.000 años, procedente de la zona mediterránea del Adriático. También se
deduce de sus estudios, que a partir del 4º milenio, la actividad humana produce
cambios a veces significativos en la composición de las especies arbóreas,
primero como resultado de su pura depredación, y en la fase final como
repoblador.
               También da razón, por comparación con otros estudios similares de sus colegas
de la Europa nórdica, de que dicha oscilación climática brusca tuvo
consecuencias similares en toda la zona atlántica, lo que da idea de la amplia
influencia de la corriente cálida del Golfo, en todo el Atlántico Norte.
               Me permito concluir que gracias al clima bonancible que gozamos desde  los
últimos 10.000 años, se han podido desarrollar todas las principales
civilizaciones humanas. Solo en los últimos decenios, y gracias a estudios como
el que nos ocupa, estamos empezando a tomar conciencia del equilibrio tan
precario en el que el clima se produce, y a sensibilizarnos de los grandes
riesgos potenciales que pueden derivarse de una falta de respeto del hombre
actual hacia su medio vital.
               Te invito a que publiques este artículo, en algún rinconcito de tu página web,
para que sirva de homenaje a la autora del estudio, ya que con sus publicaciones
hace que el nombre de nuestro pueblo suene entre el mundo científico de los
biólogos, y entre cualquier otro curioso que llegue hasta ellas.
Gracias. E.R. (12 de marzo de 2002)

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