Candy Debiéramos
escribir un cuarteto, por
cada día de tu intensa vida, viendo
a la joven maestra, atrevida, que
añoras con pasión y gran
respeto. Existe
admiración por lo secreto, y
un viaje aventurero de
partida, con
una hermosa estancia sin salida; aunque
tenías un pie en lo obsoleto. Por
tu diálogo siempre tan fluido, Contrastado,
animado a conciencia, y
tu bagaje “bien” enriquecido.
Se ve la referencia a la Gioconda,
con quien luciste la
clarividencia; mas
dejaste a la Sierra en pena
honda, dando
a París más amor y contenido. “C’était
pour la liberté, je vous comprend. Vous
cherchais d’autres horizonts: ...Quartier Latin...
Saint Michel, La Sorbonne, La Cité,
Nôtre Dame,
Saint
Germain, Rue de Buci, je me souviens,
Boulevard Raspail, Jardin du
Luxmbourg...
Moi,
je pleure, mais moins que vous.”
Delfín de
Miguel de Pedro Para
Doña Cándida González de Prado, maestra de muchos serranos, en los
duros años 40 y 50. Por la libertad, el conocimiento, el diálogo y la
ternura que nunca has dejado de ejercer. Cándida González de Prado En el atardecer del día hago
balance de mi vida y
encuentro que viví según
mi ética
clara, rotunda,
eficaz y soñadora.
Tuve muchos
niños en mis manos, y
aquello siendo hermoso, resultó escaso, yendome
de la Sierra y sus diez mil ojos, pues
mi bicicleta o el
“Pozo Arenillas” no
entendían de libertad, la sociedad tampoco. Por
un amor, tal vez, incomprendido, decidí
olvidar
o pasear mi pesadilla, y
me catapultó a otras perspectivas:
Azul, menos azul, algo
gris, Verde
como verde, más húmedo, frío
casi tanto, pero de lengua diferente. Luz,
tanta luz, riqueza varia, color. Era
, es y será demasiado brillante,
con todo el mundo allí
resumido. Le
Louvre: La Gioconda y su
imán, la
mirada, su sonrisa, armonía: ¡Cándida! No
quiero preguntar a Leonardo, a
quién tuvo por modelo.
Delfín
de Miguel de Pedro dmigue2@palmera.cnice.mecd.es e-mail de Delfín de Miguel) |