LA LAGUNA NEGRA
Me
daban respeto
antes de conocerlas
la Laguna Larga,
la Laguna Negra.
Aguas de glaciar
agua limpia y pura,
de la nieve blanca
de tanta
hermosura.
Con tal fuerza rodan
por las
torrenteras
piedras,
tierra y agua
que atrae
y aprisiona la
tierra.
Tierra Madre que
todo lo abraza, en
la superficie y
en hondas entrañas.
Admiro la Laguna Negra y
la quiero, pero
a distancia y
no sé, porqué
me da miedo.
Es, como otro mundo y
en él no me atrevo |
traspasar sus
territorios,
traspasar sus
ondas
y tocar sus
misterios.
A su lado, descanso,
la admiro y
venero;
la fundo con
los cielos
en el
pensamiento.
Este aire sutil
que se mece,
riza la Laguna
Negra
y que yo
respiro,
entra en mi
cuerpo
limpio,
sano, ¡cómo no!
¡viene de los
cielos!
El silencio,
lar....go,
denso,
entra en mis
oídos,
lo guardo con
celo;
penetra y se
enseñorea
por todo el
cerebro.
Así,
despierta la Paz,
al borde de la
Laguna Negra,
al borde de mi
tiempo.
18 de Agosto 1998
Autora: Joaquina Díaz Candelas
|
|