colaboraciones

COLABORACIONES LITERARIAS DE SERRANOS/AS

 

 . 

 

 GUÍA SOBRE "CUEVA ANDRÉS" de Aurelio-Angel Gil Cardeña 

UN DIA EN LA CARRETERIA  (RELATO de Pedro Gil Abad. Principio de posible novela...)

A MI ADMIRADO CONRADO BLANCO  (POESÍA de Esteban Rioja Chicote) 

A ULTIMOS DE MAYO... (POESÍA de Elena A.) 

SIN TI, QUÉ SERÍA  (POESÍA de Esteban Rioja) 

RIPIOS A LA WEBMASTER  (Del visitante nº 1.061)

LA ROCA DE LA MÚSICA MÁGICA (CUENTO de  E. A.  A)

 

POESIAS DE PAUSILIPO OTEO(10) 8 POEMAS DE MARISA BARROS  

Envíanos tu colaboración literaria para incluir aquí   

 

un dia

 

UN DÍA EN LA CARRETERÍA

Relato-Ensayo. Posible principio de una novela             Autor: Pedro Gil Abad          

        "Bueyes y carreteros han pasado la  noche en terrenos de pastos comunes.
A la alborada, cuando el día nace, los carreteros comienzan su trabajo. Uncen las yuntas al ubio con las coyundas. Los bueyes apoyan la testuz protegida con las melenas, sobre el duro ubio; los corniles protegen los cuernos... El aperador y su ayudante han repasado todas las carretas y enseres. Los bueyes han descansado durante la noche con su rumiar cadencioso.
        Gañanes, aperadores y ayudantes, pasteros y mayoral, dedican sus primeros momentos a uncir. Los terneros, que van con las madres que han parido en el trajino, son metidos en las jaulas o en pequeñas arcas. Con la vara al hombro, el mayoral da las órdenes de salida. Encabeza la carretería el carro guía. Detrás seguirán en fila las demás carretas. Cada carretero se ha encargado de cinco carretas. Son seis los conductores.
        Los bueyes de rebezo van próximos a las carretas, dispuestos a ser uncidos en cualquier momento.
        El tren o cuadrillas de carretería ha puesto su máquina en funcionamiento. Empezaba la prosa de la vida diaria. Durante 30 o 40 kilómetros, el traqueteo de las pinas y de los ejes será la única música.
        Pero llegan las doce del mediodía. Es la hora de la primera desyunta. Desuncen los bueyes en un lugar fijado por el mayoral en el que hay abundancia de pastos. Durante dos o tres horas pacerán los bueyes y rumiarán lo suficiente para descansar.
        Los pasteros los llevan a los abrevaderos. Los carreteros han comido y descansan al unísono con los bueyes. Los aperadores que han revisado las carretas, si es necesario repararlas, harán que la carretería siga allí.
        Si así no fuera, uncirán de nuevo y seguirán el camino diario. El sol de la tarde les pega de lleno. Antes de que la noche llegue el mayoral habrá preparado el lugar para las segundas desyuntas del día.
        Cuando el sol se acuesta, la carretería se detiene. Las parejas se desuncen. El pastero y su ayudante comienzan su tarea específica: pastos y abrevaderos. Los carreteros preparan su cena. Colocan sus carros en círculo. Las carretas son revisadas por los técnicos reparadores.
        Después de haber cenado, si el pueblo al que pertenecen los pastos es adverso, meten los bueyes dentro del círculo hecho con las carretas para protegerlos durante la noche. En caso contrario, los dejan pacer en libertad, y si los pastos son buenos, hacen tiempo reparando carretas, para aprovecharlos, con gran disgusto de los pueblos propietarios. Pero así no pagarán pastos de verano durante los ocho meses del trajino.
        A veces, la reparación de carretas suponía quedarse en un mismo lugar tres o cuatro días".  
  Si estabas viendo las fotos, para ver la siguiente clic aquí

 

 

A MI ADMIRADO CONRADO BLANCO

nacido en Quintanar de la Sierra 1.908; + Madrid 1.998.

Homenaje al poeta-mecenas que conocí

 Autor: Esteban Rioja Chicote   

estebanco88@hotmail.com  

Yo conocí al Conrado de "Las Alforjas..."

y la Web me ha contado su partida(*)

El retraso no importa, para el que forja

y trabaja el recuerdo. ¡Por mí, es hoy vida!

 

   Era en el Madrid gozoso de los treinta

escapado de sus gentes a la vida

de la marchosa movida y la cruenta.

Ortega ha sembrado simientes honrosas,

Baroja, mi estilo, también siembra y cuenta

más a la pata la llana, en vidas sosas

la bajada al infierno de aquella España

y el renacer de Fénix, juventud airosa.

Pujantes de vida, van dándose caña:

Son Ramiros, Onésimos, de Riveras,

o Madariagas, Montsenys y Azañas.

 

   También hay un poeta de la otra rivera,

también escapado, (de gauchos De Pedro)

también al caldero del arte de veras,

primo de mi madre, (cabezón por Pedro),

director de escuela de los anarquistas

amantes del teatro, con tesón y arredros.

(Lo sé por Fernán-Gómez: nuestro artista

lo cuenta en sus memorias amarillas.

De Conrado, al otro bando, no da pistas).

 

   Mi amada madre veía ese mundillo

ejerciendo honroso empleo de mucama,

gozando, el alma joven, vida con brillo.

 

   Lo rompió todo la parca y la guadaña.

 

             Y volvió a renacer.

 

                            ¡Yo vine a la  vida!.

................................................................

   Y volvió a suceder.

                            El joven desencama

y va a la capital. No ve "la movida"

pero haberla, haila: Duarte, La Colmena...

Y al teatro Lara, Conrado da vida,

y monta Las Alforjas...

                               que quitan las penas

y hacen homenajes a sencillas gentes,

sastres y jilgueras, amores, verbenas...

 

 Conrado en sus negocios floreciente,

y el corazón dador, de buen artista,

me acoge de becario, soy de su gente.

En su sala de espera oigo entrevista

para dar por la radio: Cuenta airoso

que cinco veces se arruinó; y resiste.

Y habla de su ciudad, todo rumboso,

("Ciudad de los Poetas"), porque dice y sabe

que su casta reclama cobijo y reposo.

 

   Una vez más le vi; dolor muy grave.

Muerte de mis hermanos. El escucha

los cuentos de Teresa. Están en clave

de poesía, y a él, que le sobra mucha,

le duele que algo en ciernes se despida.

 

   Una alfombra de nudo, mano ducha,

primor de un jubilado en despedida,

fue la ofrenda de vuelta. A un generoso

pletórico de entrega y plena vida.

 

   Honró a una bella Abad como querida.

Llevo Abad por mi abuela y de la vida.

 

   Mereció larga vida y bien colmada

Dante le acogerá entre su camada.

En su epitafio rece: "De raza afortunada"

-----------------------------------------------------

Por lo que me tocó en vida...

..... y por lo mucho que me toca

       el conocer de su partida al país

              de los amantes de la poesía.

 

 

(*)  

En la web está la obra poética de juventud de Conrado blanco

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mayo

A ULTIMOS DE MAYO...      

 Autora: Elena

 

             De la “Laguna Negra” he traído brezo blanco;

y acebo verde,

en este tiempo ya, sin bayas coloradas.

               He traído un helecho con un rizoma;

y un ramito de muérdago

saprofito en un pino herido por un rayo.

          He traído una rama de un pino de menos de diez años;

y otra rama de un árbol tres veces centenario:

un tejo hispánico...

              He traído unas flores de almez;

y tres hojas de arce....

para después de machacarlo todo bien en un viejo almirez,

mezclarlo con raíz de mandrágora

y simientes de opiáceas;

sin que falte la consabida pata de conejo

y los tres pelos del diablo...

               He de hervirlo en  caldera de cobre

con agua cristalina del Arlanza o del Tambre;

y hacer con todo ello un brebaje

para que surta efecto

el hechizo que me he propuesto:

¡el de embrujarte!

               Ya que después de que bebas

la pócima resultante

en la noche del próximo solsticio de verano;

o Noche de San Juan en el calendario Juliano,

no vas a tener sosiego en tu cuerpo

ni luz en tu semblante...

mientras sigas así:

¡sin darte!

¡sin darte a nadie!

¡sin entregarte en cuerpo y alma a los demás ¡

¡sin hacer algo por alguien!

 

               Mi brebaje va a surtir efecto en ti.

¡Ya lo creo que sí ¡

                    FIN                

                                     10- Junio 2.000  

 

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sin ti

Sin ti, qué sería...


Qué sería yo sin ti...
quien vino a mí a buscarme...
que sería yo sin ti...
Como un hombre sin norte,
como un reloj parado,
sin ganas de moverse.
Qué sería yo sin ti...
sino un hablar entrecortado...
como unos balbuceos...
Qué sería yo sin ti...
que guardas nuestra casa...
que cuidas nuestros cuerpos...
Qué serían sin ti
los cuatro mosqueteros

FIN

Aportado por Esteban Rioja Chicote

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ripios

(Haciendo alusión al nº de visitas que marca el contador de la web al comenzar el 2.001 y a la "dedicatoria"  añadida en igual fecha...) 

 

"Ripios a la webmaster del

Visitante nº mil de pasado...y a vuela pluma"

 

Autor : Visitante de la web  1.061

     

 

      

                                  

 

       Me he sentido aludido y dedicado
y he sufrido el horror al ver que es tarde
por Retes más de mil, vaya un alarde
me he quedado contrito y cabreado.
Las visitas ya se han acelerado
debes tener el "cuore" que te arde
con ese amor que sientes, y ese arte
por todo lo serrano. ¡Has impactado!
 
      Para el querido pueblo y habitantes
a toda la diáspora que es mucha
y a todos los que aportan bien galantes.
La gente que le quiere, también mucha,
y que se identifica- ¡Toma el guante!
Y a todo el bello entorno, pinos, truchas
 
 
     Y a todo el navegante o caminante
digamos carretero o buen andante
Yo he de hacer el camino, suplicante,
¡Por todos pediré a mi dios del arte!
Con gran cariño para mi amiga Elena
 

                     Visitante:  1.061

      

 

 

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LA ROCA DE LA MÚSICA MÁGICA

 CUENTO       De E. A. 

   En las estribaciones de la sierra de Nafría, poblada de jaramagos, enebros y sabinas; muy cerca del lugar donde el río Lobos (famoso por su cañón) desemboca formando una hoz, justo allí donde nace el río Ucero, mirando hacia el norte se llega a divisar entre breñas y peñascos la pequeña ermita románica que dicen fue, junto con las ruinas de algunas antiguas construcciones que por allí se esparcen, morada de Caballeros Templarios; (famosos por el proceso que determinó la extinción de la Orden en la lejana Edad Media). Y mirando al oeste, como a un tiro de piedra, se yergue altiva la atalaya que las gentes de los contornos conocen por "la roca de la música mágica".

    En verdad el lugar tiene algo de mágico; como si fuera la consecuencia de la equidistancia en línea recta que el paraje posee de Finisterre y Creus; (los dos puntos situados más al oeste y al este de la península Ibérica). De qué manera y por qué medios los Templarios llegaron a ese conocimiento, decidiendo habitar aquellos inhóspitos parajes, se ignora.

    El río discurre encañonado entre las altas paredes de caliza a veces verticales. Apenas hay a ambas márgenes diminutas praderas donde pastan algunos animales que en verano, allí llegan a beber de las escasas aguas que el río, en su estiaje trae.

    Por el empinado, estrecho y zigzagueante sendero que los pastores y rabadanes conducen sus rebaños otra vez a lo más fragoso y abruto de la sierra, se llega, (cuando ya se ha ascendido a lo alto y al mirar hacia abajo se ve el riachuelo formando meandros, como si fuera tan sólo una cinta serpentina de plata; y la ermita igual que una casita de juguetes), torciendo hacia la izquierda, a lo alto de "la roca de la música mágica".

   -¿Por qué se llama así esa roca saliente? - pregunté a los pastores que a nosotros se habían acercado mientras cuidaban de sus ganados, aquella tarde de bochorno del verano pasado, en que desde Quintanar de la Sierra, (nuestro lugar de veraneo), nos habíamos acercado a ver una vez más "El Cañón del Río Lobos".

   Y uno de los dos, el mismo que momentos antes nos había explicado otras cosas curiosas acerca del lugar, nos contó el origen de que aquella atalaya fuese conocida por "la roca de la música mágica".

    Empezó así su relato:

    Una antigua leyenda, trasmitida de abuelos a nietos, al amor de la lumbre, en las noches de  invierno, dice, que hace muchos años, no sé bien cuantos, en el castillo de Ucero, del que ahora sólo queda la torre del homenaje rodeada de muros en ruinas, situado sobre el alto que domina el pueblo y la vega, vivía el último Señor de Ucero. Tres hijas tuvo, a cual más hermosa, pues grande era la armonía y dulzura de sus semblantes.

    Cuando llegaron a la edad adulta, en la que debían cambiar de estado, y tener por dueño y señor, en vez de al padre, al esposo, y para lo cual habían sido educadas en el conocimiento de todas las bellas artes que debía conocer una dama, incluso la música, que conocían e interpretaban, (acompañándose de algún instrumento), de manera virtuosa, las tres muchachas fueron aquejadas de un misterioso mal, que las inclinaba y seducía a buscar inspiración y refugio en lo alto de esa roca.

    Solían llegarse hasta este lugar, que dista del castillo media legua, por las tardes; de manera que cuando aún no había expiado debilitándose de eco en eco la última campanada que en la ermita cercana, llamaba a los Caballeros Templarios al rezo de "Vísperas" y todavía se escuchaba su vibración temblando en el aire, cuando ellas, ya estaban en lo alto de la roca.

    Un año, el día del solsticio de verano, se reveló claramente el lugar como mágico.

    Al terminar de sentir el oído, el sonido de la última campanada de la ermita, comenzó a oírse un acorde lejano que quizás pudiera confundirse con el zumbido del aire, pero que eran un conjunto de voces lejanas y graves. Entonces, las muchachas aún sin proponérselo, comenzaron a cantar. Una música sonaba al compás de sus voces; aquella música era como el rumor distante del trueno, que desvanecida la tempestad, se aleja murmurando. Era como el ulular del viento que gemía en la concavidad del cañón. Era como el monótono ruido de las esquilas del ganado que pastaba ahí abajo. Era como el grito del búho que escondido en lo más profundo del monte, marca con él su territorio.

    Todo esto y mucho más era la música que acompañaba al melodioso canto de las muchachas. Todo esto y mucho más que no puede explicarse ni apenas concebirse. Parecía como el eco de un antiguo clavecín, acompañando a una música celestial.

    Estos fenómenos extraños duraron hasta después de que el sol se puso tras los montes lejanos; y así que cesó la música mágica, dejaron las muchachas de cantar. Absortas y aterradas, habían sentido estar fuera del mundo real; viviendo en esa región fantástica del sueño, en la que las cosas se revisten de formas extrañas y mágicas.

    De pronto, había comenzado a caer una lluvia ligera; las nubes flotaban en oscuras bandas por entre cuyos jirones, se deslizaba a veces un furtivo rayo de luz de una luna llena, pálida y dudosa que hacía poco tiempo había salido.

    Un estremecimiento vino a sacar la las muchachas de aquel estupor que las dominaba, embargando todas las facultades de sus espíritus. Sus nervios saltaron al impulso de una emoción  fortísima; y un horrible espeluzno las agitó convulsivamente.

    El aire, al azotar con fuerza los enebros y sabinas, diriase que exhalaba gemidos.

    Las muchachas descendieron de la roca por la senda tortuosa y empinada que ahí enfrente veis; y cuando la tormenta, cargada de relámpagos y truenos, hacía largo tiempo que había comenzado, llegaron al recinto de los Templarios a pedir refugio. La enorme puerta, al empuje simultáneo de las tres, cedió; se abría chirriando sus goznes, como si llevase mucho tiempo sin ser abierta; como si la costase ser franqueada por seres extraños a sus recintos, a sus secretos. a sus misterios...

   Al abrirse el portón de par en par..., sus cabellos se las erizaron de horror; tal fue la espeluznante y espantosa escena que en aquel momento presenciaron sus ojos que fue la causa de que las tres perdieran entonces para siempre la razón.

    Y dicen - concluyó el pastor, -  que desde entonces, en la tarde del solsticio de verano, se oyen sus voces entonando cánticos junto con extrañas y fantásticas músicas en lo alto de "la roca de la música mágica".

    Éste es el relato que nos hizo el pastor; (al que habíamos escuchado sin parpadear); y que a mí me tuvo muchos días sin apenas dormir, pensando qué sería lo que vieron las muchachas al abrir la puerta del recinto de los Caballeros Templarios en el cañón del río Lobos... entre los pueblos de Ucero, Hontoria y San Leonardo...

 

POESIAS DE PAUSILIPO(10)

¡No dejes de verlas! Una al Río Lobos

8 POEMAS DE MARISA BARROS

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